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El pensamiento juarístico está vigente: Léon Hernández

By Redaccion Frente Informativo en marzo 23, 2015

Con la presencia del Gobernador del Estado de Querétaro, Licenciado José Eduardo Calzada Rovirosa; de la presidenta del Patronato del Sistema Estatal DIF, Sandra Albarrán de Calzada; del presidente de la Mesa Directiva de la LVII Legislatura, Diputado Marco Antonio León Hernández; del Magistrado Carlos Manuel Septién Olivares, presidente del Tribunal Superior de Justicia; del General Francisco Aguilar Hernández, Jefe de la XVII Zona Militar; del Secretario de Gobierno, Jorge López Portillo Tostado; del secretario de Educación, Fernando de la Isla Herrera; del presidente municipal de Tequisquiapan, Luis Antonio Macías Trejo; del Procurador General de Justicia, Arsenio Durán Becerra; y del secretario de Seguridad Ciudadana, Adolfo Vega Montoto, se llevó a cabo la Conmemoración del CCIX Aniversario del Natalicio del Licenciado Don Benito Juárez García.

En su discurso, el presidente de la Mesa Directiva de la LVII Legislatura, Diputado Marco Antonio León Hernández, dijo que a 209 años del nacimiento del hombre de convicciones e ideas, del estadista laico y del hombre religioso, del gobernante austero y digno, es la oportunidad de la reflexión y del conocimiento profundo del prócer del liberalismo mexicano, que fue capaz de instaurar y consolidar el Estado.

Expresó que el Estado existe donde hay una organización que ejerce funciones de poder político en una comunidad independiente, pero solo se puede hablar de Estado moderno cuando ese poder es secularizado y esa fue la gran contribución del gobierno juarista al desarrollo de las instituciones nacionales.

El legislador recordó que Juárez ocupó su primer cargo político como regidor del ayuntamiento de Oaxaca y después diputado al Congreso del Estado y también como Magistrado de la Corte de Justicia, cargos con los que cimenta entonces su código moral como gobernante y como aspiración universal, la nacionalidad y la idea de superar los dos grandes monopolios de su época: la educación no puede ser monopolio de la religión y el estado no puede ser monopolio de una clase social.

Manifestó que la esencia del pensamiento juarístico dice que el más fuerte debe saber esperar al más débil, lo que significa la lucha contra los privilegios sobre la base de la libertad. Juárez sabia por experiencia en carne y alma propia, los males que acarrea al individuo y al estado el abuso del poder.

El presidente de la Mesa Directiva de la Legislatura local consideró que tal vez cuando se generalice la convicción de que no hay democracia política sin equidad social, Juárez sea contemplado como el hombre cuya responsabilidad política lo llevo a subordinar su credo religioso a su compromiso cívico, y a pensar y actuar conforme a los postulados de una república laica. Expresó que entonces se aprenderá, de su ejemplo, que en materia de creencias el gobernante es como cualquier ciudadano y tiene derecho a profesar la que elija, en la intimidad de su conciencia, pero que el ejercicio de ese derecho no debe influir, ni siquiera matizar, las decisiones del Estado en lo que pueda afectar su naturaleza secular. De la conducta austera y serena de Juárez se desprenderá entonces que el poder político existe para el bien de todos, no de quienes lo usufructúan, instauró un orden de justicia negado al pueblo mexicano durante siglos.

Expresó que el nuevo pensamiento político se cimentaba sobre los principios de justicia social, razón humana, respeto al derecho ajeno, unión nacional y autoridad fraguada en el hierro y cemento de la moral pública, pues era la formación de un nuevo estado, del Estado de derecho. Juárez no proscribió ni esterilizó las libertades, ni destruyó las garantías del individuo, ni dividió a México partidariamente, tampoco sedujo o mecanizo la justicia, fue ajeno a la sojuzgación de los principios de justicia de la misma, en un liberalismo de izquierda.

Juárez dio una lección tan sabia y profunda a la República que dio nacimiento y crianza al Estado moderno, fundado en un régimen propio al entendimiento y templanza de lo mexicano, el presidencialismo, alejado de las tiranías y del despotismo, no nació ni fortuitamente ni pertenecía al mundo de los ensayos, se generó en la idea de justicia social.

Dijo que el presidencialismo significa desde la perspectiva juarística la transformación de los poderes y soberanías políticas en instituciones propias a una sola jurisdicción del Estado nacional que ha constituido para México la fuerza de su democracia.

El Diputado Marco Antonio León Hernández dijo que hoy, cuando las diferentes fuerzas políticas, y la sociedad, debaten sobre los caminos para continuar la transformación democrática del Estado, se le tiene que cerrar el paso a toda pretensión de acceso al poder por la vía del conflicto, del enfrentamiento, de la intimidación y de la negociación al margen de la ley.

Pues lo que los queretanos rechazan es que alguien quiera una democracia a su medida, ya que la democracia debe responder a la aspiración de todos; y no habrá de quedar atrapada en ambiciones e intereses particulares. Dijo que el proceso electoral no exime la aplicación de la ley, y que los actores políticos que han violentado o violenten la ley, tendrán que asumir la consecuencia de sus actos, pues ser candidato o tener militancia partidaria no es sinónimo de impunidad ni de inmunidad. Dijo que México quiere seguir siendo un país de leyes y que esa es aspiración juarista, y es exigencia de hoy, que de la ley nadie pueda quedar excluido.

Finalmente, el presidente de la Mesa Directiva, Diputado Marco Antonio León Hernández, dijo que hoy, el pueblo de México reclama certidumbre y expresa su convicción de que, en la vida política y social, certidumbre es sinónimo de ley, por lo que se debe asumir el compromiso con la vigencia plena del Estado de Derecho, y el de ser siempre intransigentes ante el desacato a la norma, ante la invocación a la anarquía y frente a la arbitrariedad.