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Entre delirios y guayaberas
Los grupos políticos priistas de El Marqués se caracterizan por su complicación para poder llegar a acuerdos. Literalmente se dan con la cubeta cada tres años y esto ha sido factor para chocar de frente con la pared de la derrota en contiendas electorales.
Actores que se sienten excluidos en ocasiones operan en contra de quien se benefició por dedo del gran postulante tricolor. Otros solo bajan los brazos, o bien “nadan de muertito” esperando el resultado el día de la elección.
Sin embargo, cuando logran llegar a acuerdos y unificarse, se convierten en una verdadera maquinaria que enfrenta las dificultades y logra ganar comicios. Ese parece ser el caso en este momento.
Pese a los comentarios en corrillos políticos, de buena fuente se sabe que los acuerdos y la unidad se consolidan en El Marques. Juan Martínez, Juan Ramirez, Javier Martinez, Mario Calzada e Isabel Olvera han logrado conformar un bloque sólido. Sin duda de ahí surgirán los equilibrios necesarios para conformar una fórmula competitiva al Ayuntamiento y a la diputación local para el próximo 7 de junio.
El tren tricolor está en marcha. Los únicos vagones que faltan por engancharse son los de Joaquín Cárdenas y el de Pepé Gutiérrez.
Joaquín se mantiene perdido en su sueño, en el cual un arcángel le dijo que él sería el elegido y piensa que al contarle su sueño a todos los demás, por decisión divina tendría que ser proclamado. En cambio Pepé Gutiérrez, se arropa en la burbuja del grupo político que representa y se lanza como si tuviera una armadura, cuando en realidad solo trae una guayabera.
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