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Habrá más recortes
Juan Sánchez Mendoza
Jusamm_gg@hotmail.com
El año próximo habría recortes más severos al gasto público federal y no se estimaría un presupuesto basado en falsos escenarios como en 2015, según la advertencia que en Londres hiciera Luis Videgaray Caso –titular de la secretaría Hacienda y Crédito Público (SHyCP)–, por la caída en la producción del petróleo y su bajo precio en los mercados internacionales.
A esto hay que agregarle la inflación que se prevé más seria durante el año en curso –confirmada por el Banco de México (Banxico)–, la fuga de capitales –derivada por la desconfianza hacia Enrique Peña Nieto–, y el pago de la deuda externa.
En este ejercicio, el señor de Los Pinos dispuso recortar 124 mil 300 millones de pesos al gasto corriente del Gobierno federal, pero la baja en el precio del petróleo afecta al Ramo 33, donde están incluidos estados y municipios.
Es decir, ya no recibirán las aportaciones federales consideradas en el presupuesto original – al menos no en su totalidad, que suman 591 mil 357 millones de pesos–, afectándose programas de: alimentación, salud, educación, infraestructura básica, seguridad y asistencia social.
De ahí que los ajustes gubernamentales en las 31 entidades, incluso el Distrito Federal, 2 mil 457 municipios y las 16 delegaciones (Ciudad de México), sean necesarios, aunque dolorosos, por los sueños de opio que tuvieron los 500 diputados y 128 senadores, del Congreso de la Unión, al aprobar un presupuesto basado en supuestos.
Y hoy nos sale Videgaray Caso con que habrá nuevos recortes en el 2016.
¡Imagínese si el petróleo no fuera ‘nuestro’!
Calamidad priista
A ochenta y seis años de haber sido constituido (marzo 4 de 19129), el membrete tricolor sólo ha cambiado de siglas (en dos ocasiones), pero su imagen sigue a la baja y no cumple cabalmente sus postulados.
Uno de los principales: la no reelección –en que se fundamentara su creación–, pues sus propios legisladores ya se encargaron de sepultar el principio con la mentada reforma política de Enrique Peña Nieto.
Nació como Partido Nacional Revolucionario (PNR); luego (en 1938) adoptó el nombre de Partido de la Revolución Mexicana (PRM); y, desde 1946, se ha mantenido como Partido Revolucionario Institucional (PRI).
En su asamblea constitutiva convocada por Plutarco Elías Calles, se convinieron estos principios básicos: a) Desarrollo económico, b) Justicia social, c) Reforma agraria, d) Protección de los derechos del trabajador, e) Educación gratuita para todos, f) Disciplina de las fuerzas armadas al poder civil, g) Libertad política, y h) Defensa de nuestra soberanía.
Desde entonces cuatro mujeres y 42 varones lo han presidido.
Prácticas de siempre
Todo lo plasmado en los documentos básicos del PRI, sin embargo, sólo ha quedado en buenos deseos por la ambición desmedida de poder de los mandatarios surgidos de sus filas, como ha quedado demostrado a lo largo de la historia postrevolucionaria.
Y, lo que es peor, por la dependencia que desde 1929 hasta el 2000 el membrete tuvo del Presidente de la República en funciones. Es decir, hasta que fue echado de Palacio Nacional por decisión del pueblo que le dio su voto al Partido Acción Nacional (PAN).
Pero ahora que lo ha recuperado, regresa la tutela del señor de Los Pinos.
De ahí que, el otra vez llamado partido oficial, no haya procurado en la práctica renovar sus cuadros, vigorizar sus dirigencias, ser autónomo, abrirse realmente a la democracia y luchar por el cumplimiento de sus principios básicos; e incluso, ni exigirle cuentas al primer mandatario de la Nación en turno.
La falta de autenticidad política, la insuficiencia de líderes naturales al frente del partido, el sometimiento, la sumisión y el hecho de que casi todos de sus dirigentes fueran improvisados, igual contribuyeron a que el Presidente de la República en tuno (a lo largo de 72 años) no tomara en serio al membrete, hasta el grado de cambiar cuando quisiera y le viniera en gana a su dirigente nacional.
Lo mismo que podría ocurrir en este régimen presidencial.
Empero, ahora, al cumplir 86 años de haber sido creado, el PRI aún tiene la oportunidad de modernizarse, justo cuando luce más fuerte que nunca.
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