José Luis Camargo R.
Lo que era un secreto a voces se vuelve realidad: los cercanos al exgobernador y hoy secretario de Agricultura, José Eduardo Calzada Rovirosa, se sirvieron con la cuchara grande bajo la sombra de su jefe.
El mismo violó e incumplió con mandatos judiciales, según denuncia pública de ejidatarios de San Pedro Mártir.
Pronto, muy pronto, conocerá la opinión pública denuncias formales por esas y otras irregularidades que involucran a exfuncionarios de primer nivel, entre ellos Jorge López-Portillo, Roberto Loyola Vera, Adolfo Contreras Roy, por mencionar algunos.
Además, los órganos locales de fiscalización, han hallado enormes boquetes financieros en las cuentas públicas.
Y qué decir de los “enjuagues” de los Pepe Boy’s y uno que otro testaferro de su administración.
Pero no solo funcionarios de su administración sangraron con gusto al erario público.
Destaca el cinismo y desfachatez del saltimbanqui Marco Antonio León Hernández, quien al pelearse por el botín con su compadre y socio en la franquicia Movimiento Ciudadano, José Luis Aguilera Ortiz, negoció su cuerpecito con el gobierno estatal, a cambio de una jugosa jubilación y el regreso a las sábanas tricolores.
Fuera de toda responsabilidad, pero con familiares y algunos de ellos en la nómina aeroportuaria –eran aviadores- son indagados periodistas y usurpadores de la profesión, que a cambio de una generosa comisión a quienes autorizaban y pagaban jugosos contratos publicitarios, recibían generosos cheques con regularidad.
Uno de ellos, incluso, lagrimeó en la secretaría de Gobernación, para pedir protección desde antes que entrara en funciones la actual administración.
De ese tamaño es el miedo a ser sancionado.
Otro, en sus delirios y culto al Dios Baco, sube twits denostando a los gobernantes azules, para luego exhibir su pavura y borrarlos.
Ambos personajillos gustaban de fotografiarse con Calzada.
Quien fuera vocero del calzadismo, Abel Magaña Alvarez, presuntamente es investigado por enriquecimiento ilícito.
De acuerdo a una denuncia anónima, habría adquirido diversas propiedades en el extranjero sin que aparentemente sus ingresos justifiquen la compra.
Cinco funcionarios cercanísimos al exmandatario, entre ellos su jefe de escoltas y su secretario técnico.
La sospecha sobre malos manejos y saqueo de las arcas públicas alcanza a Eric Gudiño; Juan Carlos Arreguín; Diego Foyo, quien recién renunció al Revolucionario Institucional, pateando el pesebre que lo hizo diputado local.
Actualmente, José Calzada pretende erigirse en el gran caudillo tricolor, pasando sobre la mayoría de militantes que lo responsabilizan de la debacle del partido.
Piden con urgencia, la recomposición del Consejo Político Estatal y el relevo de Juan José Ruiz Rodríguez.
Jesús María Rodríguez Hernández, destacado dirigente le recuerda al exgobernador que ya no es el “jefe político”, exigiéndole que saque las manos del partido.
Por lo pronto, Pepe, entusiasma a sus compinches, que desde sus acotados espacios periodísticos, sueñan con vestirlo de presidenciable, aunque se hayan dado de frentazos al darse cuenta que le queda grande la silla de Bucareli.