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Las inequidades de las mujeres

By en marzo 10, 2016

Eduardo León Chaín

El Día Internacional de la Mujer debe recordarnos las luchas por la equidad de género, la igualdad sustantiva entre mujeres y hombres y el empoderamiento de las mujeres, así como la lucha por modificar las circunstancias que nos impiden el ejercicio pleno de los derechos y el acceso a las oportunidades de las mujeres en nuestro Estado y nuestro País.

Las mexicanas enfrentamos más obstáculos que los varones en el trabajo, la política, la educación y las relaciones de pareja.

Existen siete claves que revelan las inequidades de género aún vigentes en México:

1.- Brecha Salarial

Las mujeres mexicanas registran una menor participación en el mercado laboral que los hombres: según datos censales, en 1990 las mexicanas solo representaban el 22 por ciento de la fuerza laboral del país, y en 2010 llegaron a representar el 40 por ciento de la población económicamente activa.

Cuando superan las dificultades que las alejan de un empleo remunerado, el salario que reciben las mujeres es menor que el obtenido por los hombres por actividades similares.

Un estudio de 2013 elaborado por El Colegio de México señala que la brecha salarial en México es, en promedio, de entre seis y ocho por ciento en áreas urbanas.

2. Carencias alimentarias

El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) advierte que las condiciones de pobreza en el país agudizan la desigualdad de género en México.

En el estudio Pobreza y género en México, el Coneval indica que los hogares encabezados por mujeres presentan carencias alimentarias en una proporción mayor a los hogares que tienen a un varón como jefe de familia.

En 2012, el 24.3 por ciento de los hogares encabezados por mujeres presentaron carencias alimentarias, mientras que los que tienen a hombres como jefes de familia sólo 20.5 por ciento registraron esta situación.

3. Acceso a la educación

En nivel de primaria y secundaria, el porcentaje de matriculación es mayor para las mujeres mexicanas que para los hombres.

Datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) muestran que el 98 por ciento de las mujeres mexicanas cursan la primaria y el 96 por ciento de los hombres del país; de manera similar, en secundaria la matriculación femenina es de 87 y la masculina de 81 por ciento.

Sin embargo, la situación se revierte en el nivel de educación superior, al que llegan solo el 27 por ciento de las mujeres y el 28 por ciento de los hombres.

4. Agresiones de pareja

En las relaciones de pareja, las mexicanas enfrentan situaciones que afectan no solo la inequidad, sino que incluso ponen en riesgo su seguridad física y emocional.

Según la más reciente Encuesta Nacional sobre Dinámica de las Relaciones en los Hogares (realizada en 2011), el 46% de las mujeres mexicanas mayores de 15 años reportan haber sufrido alguna agresión de pareja.

Asimismo, el 53% de las mujeres se consideran víctimas de violencia económica por parte de sus parejas; 29% reportan agresiones físicas y 16% se dicen víctimas de violencia sexual, según este estudio de opinión realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

5. Acceso al poder político

En las últimas décadas, se han ido implementando medidas legislativas para favorecer el acceso y la participación de las mujeres en la vida política del país.

Hasta el 2013, la ley electoral imponía una cuota de género de 40 por ciento en las postulaciones al Congreso federal; y una reforma constitucional promulgada en enero de 2014 elevó este requerimiento hasta 50 por ciento. Estas medidas permitieron que las mujeres representaran el 33.6 por ciento de los escaños en el Senado de la República y 38 por ciento de los asientos de la Cámara de Diputados, cuando una década atrás estas cifras no superaban el 20 por ciento.

Sin embargo, en otros niveles de gobierno y en otros poderes, la inequidad es mayor. Para 2014 en los 32 congresos estatales, la presencia femenina oscila entre ocho por ciento (Querétaro) y 33 por ciento (Distrito Federal), según cifras del Reporte Legislativo de la consultora Integralia.

Y en los diversos poderes ejecutivos, la participación de las mujeres es aún menor: actualmente (2016) existe una entidad de las 32 del país que es gobernada por una mujer (Sonora- Claudia Pavlovich); y en el gabinete federal solo dos de 21 dependencias tienen una cabeza femenina.

A nivel municipal en 2014 solo 5.5 por ciento de las alcaldías están presididas por mujeres, según datos de Fernanda Vidal, especialista de género en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

En el Poder Judicial las cosas no ‘pintan’ mejor para las mujeres: en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por ejemplo, solo ocupan dos de 11 asientos.

Actualmente en Querétaro, hemos superado el rezago en la representación de las mujeres porque en la Legislatura Local de 25, 13 son mujeres, es decir más del 50 por ciento y en los Ayuntamientos 9 son Presidentas Municipales. Esto se da a partir de la lucha por la paridad de género que impulsó el PRD en Querétaro desde febrero de 2015, lo que obligó a todos los partidos políticos a respetar la paridad real y objetivamente, y por eso hoy Querétaro ocupa el Primer Lugar en la Representación de las Mujeres a Nivel Nacional, después de haber estado en último lugar.

6. Trabajo en el hogar

Las mujeres no solo enfrentan inequidades en el ámbito público, también las viven en sus familias: trabajan más en el hogar que sus contrapartes hombres.

Las mujeres mexicanas dedican 373 minutos cada día a diversas actividades del hogar, más de tres veces que los 113 minutos destinados por los hombres, según cifras de la OCDE.

En algunas de las tareas realizadas en casa, las diferencias de género son mayores: en el cuidado de los hijos, las mujeres destinan 53 minutos al día y los hombres solo 15; ellos pasan 75 minutos diarios realizando actividades rutinarias como limpieza, preparación de alimentos o lavado de ropa, mientras que ellas le dedican 280 minutos al día, casi el cuádruple.

7. Tiempo para diversión

Y si las actividades del hogar que implican esfuerzo son asumidas mayoritariamente por las mexicanas, para las actividades recreativas las mujeres tienen menos tiempo que los hombres para realizarlas.

La OCDE señala que las mujeres mexicanas destinan 206 minutos al día a actividades recreativas, como ver la televisión o convivir con amigos, mientras que los hombres pasan 236 minutos diarios realizando este tipo de actividades.

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