- Arrancó la primera etapa del Tren Maya de Campeche a Cancún
- Innsbruck: si hubo incinerados. Se identifica al segundo normalista
- Se compromete Marcos Aguilar Vega, a la transparencia,
- Participa Gaspar Trueba en la entrega de reconocimientos al Mérito Laboral 2015
- Adán Gardiazábal entregó la unidad deportiva 3 de Mayo
- Mujeres indígenas pueden ser candidatas: Braulio Guerra
- Abarca y Pineda, la pareja que en un mes vio el fin de su suerte en Iguala
- Raúl Salinas es declarado no culpable de enriquecimiento ilícito
- Maestros de Guerrero afinan plan para boicotear las elecciones de 2015
- “No hay garantía de que mi sucesor no sea un estúpido”: Dalai Lama
No se vale nadar de a muertito
Jerónimo Gurrola Grave
@jggrave
Mucha razón tiene el presidente Enrique Peña Nieto, en llamar a los gobernadores del país a asumir su responsabilidad, a enfrentar las dificultades y resolver las necesidades del pueblo que los eligió, como lo hizo el pasado 25 de febrero, durante la 48 reunión ordinaria de la Conferencia Nacional de Gobernadores, realizada en Durango.
“No se vale nadar de muertito, evadir la responsabilidad y dejar que sea el gobierno de la república el único que enfrenta su responsabilidad. Aquí es importante que trabajemos de manera coordinada, de forma responsable y comprometida para que todos al unísono hagamos valer y hacer respetar la ley”, dijo el ejecutivo.
Lo anterior en referencia a la petición del gobernador de Morelos, Graco Ramírez, a todos los gobernadores para apoyar la plena vigencia del estado de derecho por la problemática que existe en los estados de Oaxaca, Guerrero y Michoacán donde los grupos magisteriales de la CNTE y CETEG cometen destrozos y actos vandálicos que llevan a las autoridades federales y estatales a detener a los presuntos culpables y la respuesta magisterial es secuestrar policías o servidores públicos y canjearlos por los presuntos delincuentes.
Pero esto es sólo una parte, pues la llamada “delincuencia organizada” involucra lo mismo a delincuentes comunes que a funcionarios corruptos de mediano y alto nivel ubicados en las distintas dependencias del gobierno, por lo que la población, atemorizada y confundida no sabe a quién acudir para denunciar o pedir solución a sus problemas. Por esta razón, más que quejas y lamentos del señor presidente de la república (así parecen), los debería llamar para planear y exigirles con estricto apego a la ley, el cumplimiento de sus obligaciones como lo hiciera don Quijote a Sancho Panza para ser buen gobernante de la ínsula prometida.
Lo primero que le encarga es que sea limpio y que se corte las uñas, sin dejarlas crecer, como algunos hacen, porque en su ignorancia creen que les hermosean las manos, y entre otros consejos, le dice que no ande desceñido y flojo, porque el vestido descompuesto da indicios de ánimo desmazalado, ser discreto en el pulso a lo que pudiere valer su oficio, que no coma ajos ni cebollas, porque no saquen el olor su villanería.
Que ande despacio y hable con reposo, pero no de manera que se escuche a sí mismo, que coma poco y cene más poco, pues la salud de todo el cuerpo se fragua en la oficina del estómago, ser templado en el beber, considerando que el vino ni guarda secreto ni cumple palabra, ser moderado en el sueño y jamás disputar de linajes. Y termina diciendo don Quijote: dejemos esto aquí Sancho, que si mal gobernares, tuya será la culpa y mía la vergüenza; mas consuélome que he hecho lo que debía en aconsejarte con las veras y la discreción a mí posible. Con esto salgo de mi obligación y de mi promesa.
A lo que responde Sancho: si a vuestra merced le parece que no soy de pro para este gobierno, desde aquí le suelto que más quiero un solo negro de la uña de mi alma que a todo mi cuerpo; y así me sustentaré Sancho a secas con pan y cebolla, como gobernador y perdices y capones; y más que, mientras se duerme, todos son iguales, los grandes y los menores, los pobres y los ricos; y si vuestra merced mira en ello, verá que solo vuestra merced me ha puesto en esto de gobernar: que yo no sé más de gobiernos de ínsulas que un buitre; y si se imagina que por ser gobernador me ha de llevar el diablo, más me quiero ir Sancho al cielo que gobernador al infierno.
Y soñemos entonces un poco como lo hizo Cervantes, con que el pueblo representado en su obra por el gran Sancho Panza reine en este país, pues sólo entonces habrá en este mundo, paz, tranquilidad y progreso para todos sin distingo.
0 comments