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Quiero aportar a la transformación de México: Ortiz Proal

By Redaccion Frente Informativo en diciembre 30, 2014

En la edición 08 fechada el 22 de marzo de 2012, del catorcenal Elección 2012 se publicó una entrevista con Mauricio Ortiz Proal, realizada por los reporteros José Luis Camargo R. y Vicente Pérez.

Por considerarla de interés y actualidad, a continuación se reproduce de manera íntegra.

Quiero aportar a la transformación de México: Ortiz Proal

“Mauricio Ortiz Proal es un queretano dedicado en estos momentos a cumplir responsabilidades de servicio público y de carácter partidista. Es un hombre convencido de que la política es un medio de transformación a favor de la sociedad, que se suma a millones de mexicanos que están conscientes de que nuestro país atraviesa por una circunstancia social, política y económica compleja”.
Así, con esas palabras, se define asimismo el líder municipal del Revolucionario Institucional y regidor capitalino.
Afirma que la gente de este país “merece un futuro mejor”. Advierte que tiene “las ganas, determinación y coraje para aportar mi esfuerzo y capacidad limitada, a favor de la transformación de mi país”.
Hijo de Fernando Ortiz Arana, queretano que fue líder de la primer Asamblea de Representantes del Distrito Federal, -1988 a 1991-, líder de la Cámara de Diputados federal -1991 a 1994- y dirigente nacional del priísmo ese mismo año, Mauricio Ortiz explica que su vocación nació porque a diario en su hogar se vivió la política.
Refiere que la primer institución política que conoció fue el PRI, que al llegar a su madurez, de “manera libre y absolutamente consciente decidí militar en él”.
Considera que ese partido, al igual que los demás, es perfectible, que tiene que someterse a un proceso de transformación, señalando que en nuestro país, “el sistema de partidos está en crisis. No ha encontrado los mecanismos para acelerar el proceso de toma de decisiones y los partidos le hemos quedado a deber a la gente en México”.
Nuestro entrevistado, insiste en que “los partidos debemos volvernos verdaderas entidades de interés público, como lo mandata la Constitución”.
Acerca de las perspectivas del PRI en la capital, señala que “es un partido que ha venido trabajando cerca de la gente, implantando programas y acciones encaminadas a intensificar su contacto social”.
Sentencia que “ha aprendido de sus derrotas, ha corregido sus errores y en Querétaro, está comandado por un político inteligente, bien visto y responsable, que forma parte de una nueva generación de políticos que nos ha permitido volvernos un partido muy competitivo”. (N. de la R. Se refirió a Braulio Guerra Urbiola)
Para este joven por cuyas venas corre la política, festeja que “para los agoreros que veían en la pérdida de la Presidencia de la República en el dos mil, el final del partido, les podemos decir que afortunadamente el PRI goza de cabal salud y que, por supuesto, es un partido complejo, un partido heterogéneo, donde eventualmente se dan discusiones y debates, porque refleja con precisión la heterogeneidad y la diversificación de un país como México. Entonces, en el PRI caben empresarios, obreros, maestros, campesinos, dirigentes sociales, profesionistas, y como tal es un partido que tiene que aprender en el debate y en la discusión”.
Al cuestionarlo sobre lo que admira de su padre, sin tardanza advierte que le “costaría trabajo dar una opinión objetiva y al considerarme un mexicano bien nacido, parto del hecho de que gracias a nuestros padres, tuvimos la oportunidad de crecer y ser educados, por lo que mis comentarios siempre serán generosos”.
Dice que de él, su padre, “siempre he tenido el ejemplo de un hombre comprometido con la transformación de su país, que decidió asumir la política como profesión, y contribuyó, en la medida de sus posibilidades, a la transformación de México”.
Recalca que quien camina en la política tiene que tomar decisiones que gustarán a algunos y a otros no, “pero lo que más admiro de mi padre es su congruencia con el proyecto que decidió, y que es defender a capa y espada los principios del Revolucionario Institucional”.
“Mi padre, agrega, es un hombre de una sola pieza y jamás ha pensado formar parte del chaqueterismo político” que, lamenta, “ya es normal en el sistema político”.
Recuerda que Fernando Ortiz ha vivido “épocas buenas y malas” en su partido, “lo que lo convierte en un político experimentado y ejemplar”.
Los anteriores argumentos, dan pie a otra pregunta, la relacionada con la disciplina partidista, y asevera que su padre “fue congruente y consistente”, cuando en abril de 1994 se le mencionó como posible candidato presidencial a la muerte de Luis Donaldo Colosio. Añade que fue “un momento que vivió con mucha responsabilidad, lamentando la muerte de alguien que más allá de haber sido su jefe, le dio la oportunidad de conocerlo como amigo”.
Descarta que como líder municipal tricolor padezca presiones en el proceso de selección de candidatos, resaltando que el liderazgo de Braulio Guerra Urbiola cohesiona al partido, que “tiene un posicionamiento político que no había tenido en décadas”.
Continúa diciendo que tienen claro que van a una elección muy competitiva, conscientes de que “ninguna victoria es eterna ni ninguna derrota es para siempre, ningún proceso electoral se encuentra ganado antes de que inicie.
Hemos aprendido de nuestras derrotas, pero tenemos el ejemplo del gobernador Calzada, de que cuando hay convicción, trabajo conjunto y generosidad, se supera cualquier circunstancia, por más adversa que sea”.
Sin titubeos, insiste que los priistas están conscientes de que “hay que privilegiar el proyecto de grupo, del PRI”.
Sobre su paso por la regiduría capitalina, afirma que “ha sido la experiencia más plena e importante, porque entiende uno que la prioridad de la autoridad es el contacto social, que buena parte de los problemas de la sociedad son responsabilidad de la autoridad municipal”.
Ortiz Proal apunta que ha realizado más de mil 800 gestiones de problemáticas diversas.
Es falso, remarca, que en Querétaro se han resuelto los problemas. Ejemplifica con los más de 300 asentamientos irregulares, “donde la gente ni siquiera tiene la certeza de la posesión de sus casas, que hay lugares sin calles, sin banquetas, donde falta agua, luz, en fin…”.
Reconoce que cuando termine su gestión dejará “muchas cosas pendientes”, y que entiende los periodos como “espacios muy cortos”, cuestionando “¿si hay alguna administración que logre concluir con todos los requerimientos, con todas las necesidades, contadas las aspiraciones de la gente?”
Debemos reconocer, añade, que “el recurso para atender estas necesidades es insuficiente”.
Se muestra convencido de ampliar los periodos de administración municipal a cuatro años, como pasa en otras entidades federativas, lo que ayudaría a desfasar los tiempos electorales, para que no haya la tentación de la autoridad municipal, de “brincar a otro cargo”.