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Triunfo pírrico priista
Augusto Sebastián García Ramirez
motel.garage@hotmail.com
TRIUNFO PIRRICO PRIISTA
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Tarde. Oscurecida tarde. En estos días otoñales las tardes oscurecen más temprano. Había pasado la elección extraordinaria de Huimilpan, Querétaro.
Desde siempre he practicado aquello de que nada de lo que escucho es desechable. Héctor Sinecio Moreno llego a nosotros. Vestía una chamarra que lo hace ver como un oso gris. No traía el sombrero aquel que lo hace ver como guardabosques canadiense. Puro en mano se acercó a nosotros el eminente especialista en análisis político de la administración del sexenio del autoelogio, Pepe Calzada y cuñado de oro del ex presidente municipal de Corregidora, Carmelo Mendieta.
Sinecio Moreno, quien es pan de todos los días de dos que tres reuniones que se dan en la Plaza de Armas, suavemente y de su exclusiva responsabilidad nos dijo: “Yo se los dije, yo les ofrecí el apoyo y allá arriba no quisieron (señalando a Palacio de Gobierno), ahí están las consecuencias. Ni pedo. No es mi pedo. El triunfo del PRI fue gracias a mí. Yo le aporte mil 200 votos a Juan José Ruiz. Por eso gano el PRI. Yo les había ofrecido 500 votos al PAN, a 500 pesos, y con esos ganaban, pero no quisieron. Ni pedo. La soberbia los mato”.
Y sin pudor ni recato nos preguntó: “¿Porque creen que Juan José Ruiz no ha venido a festejar el triunfo aquí?”, con claridad y sin cortapisas prosiguió: “Por lo mismo, él sabe que yo fui quien le aporte los votos que lo hicieron ganador”.
Estaba muy alegre como cuando le regalo un smarphone el ex gobernador Calzada. Era un niñote con regalo de Santa Claus. En mi derecho a recurrir a las preguntas, le cuestione si iba a ocupar un cargo dentro del gabinete municipal de Celia Duran, me contesto negativamente, pero asevero que tal vez si como asesor externo. Y continuo que preferiría irse a Colima como coordinador general de la campaña o tal vez a Veracruz.
Nos despedimos. Allí dejamos a Sinecio con su triunfo pírrico.
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