Un clúster turístico en la Sierra

La Tabula Rasa

Ulises Gómez de la Rosa

Militante de izquierda

Hace apenas unos días el Gobernador Francisco Domínguez, después de su gira por España, anunció un programa importante para detonar el turismo en zona serrana replicando la ruta turística mejor conocida como camino de Santiago de Compostela en Querétaro, anunciando la ruta de Fray Junipero. Este importante detonante será posible si en él confluyen varios factores para su efectivo desarrollo y éxito en la región, lo cual será si la sociedad, empresarios, gobierno y grupos religiosos unen esfuerzos, no solo para iniciar un desarrollo turístico importante, sino para establecer un verdadero clúster turístico en la zona.

Escuche en días pasados también del Secretario de la SEDESU Marco del Prete hablar de la expansión de los clústers los cuales deberían salirse del estereotipo de los más comunes, como lo son los cinco que actualmente funcionan con éxito en nuestro Estado, los más mencionados el aeronáutico y el automotriz por mencionar algunos, pero que en regiones en donde no hay inversión de capitales para la instalación de manufactureras deberíamos pensar en las vocaciones de las regiones, circunstancia que hoy en día sucede en el semidesierto y la zona serrana, donde es importante pensar en un clúster turístico.

Sin duda la participación del gobierno es relevante en el éxito del clúster, es evidente la necesidad de mejorar los caminos de acceso, considerado por muchos como el problema mas importante y el factor que más incide debido a la lejanía y que precisamente el Gobierno del Estado ha anunciado como prioridad de la zona mejorar y ampliar a fin de hacer más accesible y corta la comunicación. Pero el problema a resolver va más allá, se hace evidente la necesidad de mejorar la calidad de los servicios básicos y de ampliar éstos servicios básicos de forma ordenada y futurista.

Los bajos niveles de educación y calificación de los trabajadores del sector saca a flote la necesidad de que el clúster turístico trabaje en brindar una mayor capacitación a los trabajadores de la zona, de manera que se pueda aumentar la remuneración que se recibe por el trabajo y se pueda dar mejor servicio a lo turistas. Nos compete a todos los que nutrimos, desde el sector educativo en la formación para el trabajo, a presentar un programa atractivo que estimule a los jóvenes a preparase en el sector y entusiasmar a los empresarios del ramo en la necesidad de capacitar a su gente.

Si bien se evidencia una activa participación de los pobladores en la conservación de los atractivos comunales de la zona, es necesario incentivar el interés entre los empresarios turísticos sobre la necesidad de organizarse de una u otra forma que permitan dar mayor fortaleza a la zona ante épocas de crisis y durante la temporada baja del turismo. Ya que finalmente los municipios de la sierra Queretana tienen importantes atractivos durante todo el año, que va desde vacacionistas en las temporadas altas hasta turismo extremo, rutas de bicicletas, cuatrimotos, motos de viajes largos y ahora el turismo religioso. Eso es ir fortaleciendo las políticas que van en busca de una mejora en la calidad ambiental del lugar, además de continuar con la incubación y fortalecimiento de nuevas empresas siguiendo el concepto de diversificación y mejora continua de servicios.

Lo que el Gobernador Domínguez viene realizando es importante si lo vemos desde el punto de vista de seguir fortaleciendo la imagen internacional de nuestro Estado, dado que esto ha permitido que la zona genere importantes externalidades que han creado nuevas oportunidades de negocios, pero lo que se requiere es una gran disposición de los empresarios hoteleros y restauranteros.

Dado que los municipios de Jalpan, Arroyo Seco, Landa de Matamoros, Pinal de Amoles y San Joaquín reciben una afluencia importante de visitantes, debe existir un buen plan de manejo de los recursos naturales, como lo ha hecho la Biosfera de la Sierra, y realizar estudios de capacidad de carga para conocer cuál es la cantidad de personas que van a la zona y en que épocas, para no provocar daños ambientales.

Hoy en día estos municipios reciben una cantidad importante de turistas extranjeros, creando la necesidad de disponer de una cantidad mayor de habitaciones, sin embargo este crecimiento genera altos impactos negativos en el ambiente, y en la economía de los empresarios debido a que muchos de ellos no cuentan con los ingresos propios y recurren a préstamos para ampliar sus hoteles. Los turistas extranjeros viajan en determinadas épocas del año, conocido como temporada alta, que es cuando los hoteles, restaurantes y centros turísticos reciben la mayor cantidad de turistas y los ingresos que obtienen son altos, lo cual permite pagar las deudas contraídas con las entidades financieras, sin embargo en la temporada baja cuando la ocupación no alcanza ni un 50% en algunos lugares, conduce a la quiebra de pequeñas empresas que no pueden hacer frente a las deudas que contrajeron. Es por eso que la industria turística debe encaminarse en un turismo distinto, más especializado y selecto, como la va a ser la Ruta de Fray Junípero, y enfocarse en el turista nacional para compensar las bajas del turista internacional. Por tanto se requiere otro enfoque que le permita a la zona serrana seguir albergando turistas que llegaran a diario al sitio, pero estas necesidades de infraestructura se deben dar de una manera más sostenible, hay que dejar atrás la idea tradicional “del todo incluído” y ofrecerle al turista un turismo más dinámico, en donde la persona, más que descansar, obtenga conocimiento y esto se logra a través del turismo cultural, alternativo y uno muy importante el turismo rural comunitario, que abarca más allá que ofrecerle al turista una visita a las atracciones naturales, presenciar el festival de la música o comprar una artesanía.

El turismo cultural abarca lo tangible y lo intangible, cosas que para los pobladores son insignificantes, para el turista puede ser toda una experiencia. En lugar de construir más habitaciones para satisfacer la demanda existente se puede capacitar a las familias para que reciban en sus casas a los turistas, como pasa en muchas comunidades de Europa, y los integren como parte de la familia, involucrándolos en las actividades diarias, en las costumbres y tradiciones del pueblo. Este tipo de turismo trae grandes beneficios a la comunidad, genera nuevas fuentes de empleo y se minimizan los daños ambientales que causa el turismo de masas.

Y finalmente los servicios y actividades del clúster turístico de la zona serrana deben enfocarse en la mejora continua. Es importante tener oferta hotelera de calidad, de infraestructura en habitaciones bien equipadas, funcionales, modernas, de extrema limpieza en habitaciones y alimentos, de atención al cliente; en suma servicios profesionalizados y personalizados que le den un plus al servicio. La apuesta es grande y depende de los habitantes de la zona de darle el golpe a lo que esta por venir y capacitar a sus empleados, tener un servicio que además ofrezca guías turísticos e información en otros idiomas, con manejo de tecnología, hará del turista toda una experiencia inolvidable y la derrama de capitales será muy importante.

Salir de la versión móvil