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¿Conoce RLV la verdadera cara de Buenrostro, y otros aliados?
José Romero
Entre muchas otras cosas que ignoro, está la de saber si quienes emitan su voto a favor de Roberto Loyola Vera, también lo harán y avalarán la perniciosa trayectoria de algunos de sus aliados políticos.
Pienso lo mismo, de algunos candidatos de Acción Nacional.
El fundamentalismo es algo ajeno a mi persona.
Pero hay de gangsters a a pillines.
De cínicos a inocentes.
Esto, en todas las actividades del ser humano.
Como tambien, hay quienes viven -y muy bien- del chantaje, del engaño, de la simulación.
Son unos auténticos desfachatados, que medran con el engaño.
Que ponen su mejor sonrisa, con tal de embolsarse varios miles de pesos.
¿Nombres?
Sobran, pero en esta primer entrega, permitame caro lector, referirme a unos de los mayores hipócritas y estafadores queretanos: Gustavo Buenrostro Díaz.
Fue diputado por Acción Nacional, aprovechando la bohonomía y candidez de quienes alguna vez fueron “duros” y hoy son más blanditos que el pan Bimbo.
Esos “punes” que conservan la convicción, pero abrieron la puerta a manadas de arribistas, dentro de su partido.
Deliró con ser candidato a la gubernatura, y cuando los “punes” se arrodillaron ante Francisco Garrido Patrón, no solo rumió su escasa estatura política, sino desproticó en contra de sus benefactores.
Otro renegado de su vientre político, Jorge G. Castañeda, le arropó para alimentar su sed de venganza y ambición.
Fracasó e inventó un membrete para mamar del presupuesto gubernamental.
Se bajó la prenda más íntima ante “los Chuchos” luego de su tropezón con el exizquierdista, buscando una candidatura en 2008.
Quien escribe, publicó su disposición a aliarse hasta con el narco, con tal de volver a mamar de la ubre presupuestal.
Pataleó, lloriqueó, pero nunca desmintió lo escrito en el semanario Quehacer Político, en el portal electrónico periodistasenlinea y retomado por el diario local Noticias.
Fue en 2008.
Ahí está, en las hemerotecas.
¿Cuántas demandas civiles y penales acumula a la fecha?
¿Por eso, su adhesión a Roberto Loyola Vera?
Pero Gustavo Buenrostro acumula muchas más tropelías.
Por no escribir de sus cobardías, que quizá son iguales.
Dicen en los bajos fondos que la mierda se huele, se junta, con la caca.
A la mejor es cierto.
Por eso, a la mejor lo arropó Manuel Espino, renegado del panismo, que a su paso por el Ayuntamiento en Ciudad Juárez -en los 90’s- bajo el gobierno de Francisco Barrio, abrió la puerta a los mañosos en esa ciudad fronteriza.
También, está documentado en hemerotecas.
Juntos, vendieron al mejor postor, ese que viste tricolor, los esfuerzos de ilusos expanistas -manipulados por un vivillo- queretanos, para crear el Partido Concertación Nacional.
Antes de dejarle lo publicado en 2008, pregunto a usted, caro y nada tonto lector, si al darle el voto a Roberto Loyola Vera, también avala la conducta de este fantoche de nombre Gustavo Buenrostro Días.
Juzgue usted su catadura:
El Pez, por su boca muere
QUERÉTARO, Qro.– Resulta de mal gusto y peor educación escuchar pláticas ajenas. Pero cuando suceden en Plaza de Armas y entre dos personajes públicos que tocan el tema del narcotráfico y el financiamiento para el PRD, llaman la atención.
Ocurre que el martes 12 de febrero, pasadas las 10:50 horas, Gustavo Buenrostro Díaz y Francisco González de Cossío
esbozaron su futuro y el del PRD en el estado, sollozando que desde hace siete años, el primero, se encuentra fuera de nómina, mientras que el segundo lamentó que su pensión como ex embajador, apenas sea de 15 mil 900 pesos, mientras que el sustento de uno solo de sus hijos es de 25 mil pesos.
Creyéndose ajenos a oídos indiscretos, también hablaron de su relación con Jesús Ortega y de lo que harán cuando –según ellos– lleguen, cada uno, a la diputación federal y a la local.
Gustavo Buenrostro es un consumado saltimbanqui de la política –ha pasado por las filas del PAN, PRD, PARM y PRI, además de haber sido corifeo de Jorge G. Castañeda, Andrés Manuel López Obrador y hoy de Jesús Ortega– aparte de “costear ruedas de prensa y regalado estufas, refrigeradores y lavadoras a todos los hijos de la chingada”.
“¿Sabes cuánto me salió el nombramiento de delegado de Nueva Izquierda en Querétaro? Pregúntale a Jesús Ortega”, clamó Buenrostro. Y sin imaginar que sus palabras eran registradas por oídos indiscretos, alardeó: “La última vez que vino, ¿quién crees que pagó? Por eso les digo que hay que buscar otro tipo de financiamiento… no le hace que sea del narcotráfico. Lo hay, pero debemos ser inteligentes, por que si no, nunca le vamos a quitar el partido a esos hijos de la chingada que ya se enriquecieron. Ahora nos toca a otros”.
“Somosq gente decente”, fue la respuesta de González de Cossío, quien agregó, palabras más palabras menos: Yo de mi bolsa no meto ni un centavo. Que sean otros los que se chinguen. Tampoco me voy a bajar a la talacha, esa ya la hicimos. Ahora es arriba donde debemos ganar la diputación.
Estoy pensando –continuó el diplomático– juntar a diez empresarios y que cada uno le entre con 15 mil, pero ya que los tenga, “¿cómo le aviso a Chucho?, ¿le mando un mail a él o a (Horacio) Duarte?”.
Es muy poco, reviró Buenrostro, e insistió en buscar otras fuentes financieras. González de Cossío repitió: “Somos gente decente, no como los otros”, y explicó que hay muchos empresarios amigos suyos que quieren chingarse al PAN y que a cambio de su cooperación nada más le piden que les consiga una factura.
Ya le dije a Chucho –se supone que Ortega– que mi pensión no me alcanza y que ya como diputado tiene que darme (…) –bajó la voz el confiado neoperredista–, pues de ahí mismo sale para todos.
Enseguida, el ex priísta alardeó de su trato con reyes, jefes de Estado y presidentes, lo cual ya le comunicó a Ortega, trato que, despectivamente, dijo que nunca han soñado tenerlo “el gobernador ni el de junto”.
Ambos coincidieron en que con Jesús Ortega pueden recuperar la inversión, y González de Cossío aseguró a su interlocutor que para el 16 de marzo tendrá 150 mil pesos, no de su bolsa, pero si de sus amigos que se beneficiarán sí ambos salen como candidatos a diputados plurinominales del PRD en 2009.
“Hay que tener cuidado lo que hablas en la calle”, sentenció una de las tres personas que escuchó la charla, misma que concluyó cuando el auto de Buenrostro no permitío el paso de un camión repartidor frente a céntrico café.
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